El poder de la música de Queen trasciende el tiempo, los géneros y las generaciones. Ahora, la ciencia le da la razón a millones de fanáticos: un estudio de la Universidad de St. Andrews, en Escocia, determinó que la legendaria banda británica es la más “pegadiza” de la historia del rock. Lo que durante décadas fue intuición y experiencia colectiva, hoy tiene respaldo científico.

El estudio detrás del fenómeno
El equipo de investigación escocés desarrolló una fórmula capaz de medir lo que llaman “gusano auditivo”, ese efecto que hace que una canción no se salga de la mente, incluso en silencio.
La ecuación combina factores como la receptividad del oyente, el equilibrio entre sorpresa y previsibilidad, la fuerza melódica y la repetición rítmica, multiplicada por un factor de 1,5. El resultado: una medición de qué tan profundamente puede una melodía quedarse grabada en la memoria.
Según el investigador Bede Williams, responsable del estudio, las canciones más recordadas comparten una característica esencial: “Incluso si eliminamos la melodía, su ritmo sigue siendo reconocible. Esa huella rítmica distintiva es lo que las vuelve inolvidables”, explicó.
El dominio de Queen en el ranking musical
Los resultados situaron a Queen en la cima del podio. Tres de sus canciones aparecen entre las diez más memorables de todos los tiempos.
A la cabeza, “We Will Rock You” himno universal que resuena en estadios, películas y campañas publicitarias, seguida por “We Are The Champions”, en el tercer puesto, y la monumental “Bohemian Rhapsody”, en el sexto lugar.
La investigación destaca que este trío de temas representa la esencia del fenómeno Queen: ritmos irresistibles, coros poderosos y una energía colectiva capaz de transformar cada interpretación en una experiencia compartida. Su música no solo se escucha, se siente.
La fórmula de un sonido inmortal
El estudio también analizó por qué las canciones del grupo logran instalarse con tanta fuerza en la memoria colectiva.
Los expertos concluyeron que su éxito radica en la mezcla inusual de géneros y estilos: la fusión de elementos de ópera y música clásica con el poder del rock, acompañada de arreglos vocales complejos y producciones innovadoras que marcaron una época.
A ello se suma el sello único de Freddie Mercury, cuya voz convertía cada nota en una emoción; la maestría de Brian May en la guitarra, con su sonido inconfundible; la precisión rítmica de Roger Taylor y la elegancia en el bajo de John Deacon. Juntos, crearon un sonido que no solo definió a Queen, sino que redefinió lo que el rock podía ser: grandioso, teatral, inolvidable.
Un legado que desafía el tiempo
Más de cuatro décadas después, la música de Queen sigue viva. Sus canciones acumulan millones de reproducciones en plataformas digitales y continúan inspirando a nuevas generaciones. La investigación subraya que parte de su vigencia radica en que su repertorio se ha vuelto universalmente reconocible: cualquier persona, en cualquier parte del mundo, puede identificarse con al menos una de sus melodías.
Desde los estadios repletos hasta los hogares donde suena una vieja radio, Queen sigue siendo un puente entre el pasado y el presente. Su legado no es solo musical, sino emocional: un recordatorio de que algunas canciones no se escuchan con los oídos, sino con el alma.
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