Michael B. Jordan da un salto decisivo con su remake de El caso Thomas Crown
Michael B. Jordan da un salto decisivo con su remake de El caso Thomas Crown
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Michael B. Jordan acaba de dar uno de los pasos más decisivos de su carrera en Hollywood. En una entrevista exclusiva con Vanity Fair, el actor y director reveló que encabezará una nueva versión de El caso Thomas Crown para Amazon MGM Studios, un proyecto que ha cultivado en silencio durante más de una década y que representa, según él mismo admite, el mayor desafío profesional de su vida.

El rodaje se llevará a cabo en Italia y finalizará antes del Día de Acción de Gracias de 2025. Para Jordan, esta película es mucho más que un remake: es la oportunidad de ver materializada una visión personal que lo ha acompañado desde la infancia. “Es un proceso exigente, pero lo que imaginé cobra vida hoy”, confesó con satisfacción.

La conexión con este proyecto tiene raíces profundas. La versión de los años 90, protagonizada por Pierce Brosnan, fue una de sus películas favoritas cuando era niño. Aquella historia de ingenio, estilo y suspense lo inspiró a soñar con reinterpretarla algún día desde su propia sensibilidad. “Momentos que imaginé durante una década ahora se traducen en escenas reales, y con un elenco del que estoy extremadamente orgulloso”, dijo.

El aprendizaje junto a Ryan Coogler: un camino compartido

El crecimiento de Jordan como creador no puede entenderse sin su alianza con Ryan Coogler, un colaborador que se ha convertido en referente, amigo y brújula creativa. Juntos construyeron una de las sociedades más influyentes del cine contemporáneo, con películas que marcaron la última década: Fruitvale Station, la saga Creed y Black Panther.

Sobre esa conexión, Jordan fue claro: “Siempre estamos en perfecta sintonía. Sabemos hacia dónde queremos ir y qué significa el éxito para ambos”. La experiencia de dirigir Creed III fortaleció su mirada detrás de cámaras y le permitió aportar una capa extra de creatividad a Pecadores, su reciente colaboración con Coogler.

En la entrevista, compartió cómo su meticulosa atención a los detalles le permitió diferenciar sutilmente a los gemelos que interpretó en ese filme, incluso a través de algo tan simple como el tamaño de los zapatos: Smoke, más centrado y firme, usaba un par más grande; Stack, curioso y ligero, tenía un caminar más suelto.

Constancia, referentes y una industria en cambio

Jordan reflexionó sobre la consistencia y la autenticidad como pilares en una industria que cambia vertiginosamente. Para él, las carreras realmente sólidas se construyen con paciencia, algo que aprendió observando a sus ídolos: Denzel Washington, Chadwick Boseman, Tom Cruise y Leonardo DiCaprio.

Nacido en 1987, se reconoce como un puente entre dos épocas. Vivió la infancia sin redes sociales, pero también comprende el peso cultural que tienen hoy. Aunque evita plataformas como Snapchat o TikTok, mantiene una presencia genuina para conectar de manera real con su público. “Intento ser yo mismo. No quiero actuar en todos los aspectos de mi vida. Ese es mi trabajo diario”, admitió.

El anime, la cultura pop y la imaginación que moldea su obra

La influencia del anime en Jordan no es un secreto, pero ahora reconoce su impacto con mayor claridad. Series como Dragon Ball Z y Naruto: Shippuden moldearon su imaginación y dejaron huella en decisiones creativas palpables, como las coreografías y el estilo visual de Creed III. “Soy un fan total de la animación. Tuvo un gran impacto en quién soy”, aseguró.

Volver a casa: un ancla emocional

A pesar de su agenda internacional, Jordan mantiene una relación estrecha con sus raíces a través de chats grupales con familiares y amigos, una costumbre que lo mantiene con los pies en la tierra. Entre risas, contó cómo a veces descubre que él mismo fue tema de conversación durante días. Para alguien que pasa tanto tiempo lejos de casa, esas pequeñas dinámicas son un refugio que lo conecta con Newark, su ciudad natal.

El recuerdo de lugares emblemáticos como su querido Cluck-U Chicken sigue siendo un punto de apoyo emocional en medio del torbellino hollywoodense. “Es una forma de sentirme cerca de mi gente, aunque esté filmando al otro lado del mundo”, confesó.

Lo que viene: celebraciones, retos y un regreso esperado

Mientras se prepara para concluir el rodaje de El caso Thomas Crown, Jordan mira hacia el futuro con entusiasmo. Más allá de lo profesional, su mayor deseo es regresar a la Costa Este, reencontrarse con sabores, calles y afectos que lo formaron.

Porque, aunque su nombre ya es sinónimo de éxito global, Michael B. Jordan sigue teniendo claro que su verdadero norte está en sus raíces. Hollywood puede llevarlo lejos, pero él nunca deja de mirar hacia ese lugar donde empezó todo.

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